• Miembros del Ejército mexicano.
Publicada: domingo, 3 de septiembre de 2017 0:33
Actualizada: domingo, 3 de septiembre de 2017 1:36

Algunos cárteles del narcotráfico, interesados en la letalidad de los militares, invitan a los soldados mexicanos a cambiar de bando y unirse a sus filas.

El crimen organizado en México, país con alta tasa de corrupción y criminalidad, busca atraer a los militares entrenados para aniquilar al enemigo, por lo que colocan narcomantas o mensajes en la vía pública en los que invitan a los soldados a cambiar de bando, según informa este sábado la agencia de noticias Russia Today.

Presentando el ejemplo de la temible organización criminal Los Zetas, conformada por militares de élite que después se convirtieron en sicarios del Cártel del Golfo, el portal indica que no es imposible que miembros del Ejército y de la Marina Armada de México escojan delinquir por encima de proteger la soberanía del país.

Ante este desafío, la Secretaría de la Defensa Nacional no ha sido capaz de frenar las deserciones que podrían estar alimentando a la criminalidad; entre enero de 2013 y noviembre de 2016, 5505 militares salieron del Ejército.

En ese tiempo, según datos oficiales, otros 4313 integrantes de la institución castrense solicitaron la baja del servicio; 488 fueron echados por “mala conducta”; y a 1557 les fue rescindido el contrato.

 

En total, en esos cuatro años de Gobierno de Enrique Peña Nieto, 11.863 soldados entrenados salieron de la institución por motivos distintos al retiro, el fallecimiento y la desaparición, señala el portal de noticias.

La doctrina castrense no basta para inculcar la lealtad entre los militares y es por eso que necesitan incentivos, de los cuales un sueldo alto es uno de los más grandes. En este mismo punto flaquea la Secretaría, ya que un cabo gana unos 4561 pesos mensuales, casi 250 dólares, que apenas les da para llegar a fin de mes.

Los criminales, conocedores de esta debilidad, ofrecen en algunas narcomantas un “salario digno” a los militares. El riesgo de que los militares pasen a las filas del crimen en México es cada vez mayor, ya que además nadie les sigue la pista una vez que dejan la institución.

Todo esto ocurre sin que las autoridades hagan nada al respecto e incluso lo ignoren hasta tal punto que hasta parece que estén propiciando "un ejército paralelo de desertores". 

Muchos acusan al Gobierno mexicano por su incapacidad de acabar con el poder de los carteles y los organismos criminales. En julio, la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) exhortó a la Corte Penal Internacional (CPI) a investigar crímenes contra la humanidad en México de los que hizo responsable al Gobierno.

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