Desde diciembre, extremistas hindús atacan a manifestantes musulmanes que protestan contra una ley aprobada por el Parlamento indio que permitirá a Nueva Delhi conceder la nacionalidad a millones de indocumentados que entraron en La India procedentes de Afganistán, Bangladés y Paquistán antes de 2015, pero solo en el caso de que no sean musulmanes. Los analistas denuncian que la ley busca una limpieza étnica musulmana.
De acuerdo con un informe de la Administración del Distrito de Delhi, al menos 122 viviendas, 322 tiendas y 301 vehículos quedaron completamente destruidos durante los choques de la semana pasada en medio de las protestas de musulmanes, que son reprimidas por la policía india.
Además, en el marco de esta persecución histórica contra la comunidad islámica india, se han incendiado nueve mezquitas y cientos de copias del Corán, libro sagrado de los musulmanes.
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