Según comunica la oficina de prensa del Mando de Operaciones Conjuntas del Ejército iraquí, varios proyectiles de mortero han impactado en el campamento militar K1, situado a 15 kilómetros al oeste de la ciudad de Kirkuk, donde están desplegadas las tropas de Estados Unidos.
Aunque las autoridades del país árabe no han ofrecido detalles sobre el origen del ataque o el posible número de víctimas y daños materiales, la agencia británica de noticias Reuters informa de la muerte de un “contratista civil” estadounidense.
Citando a una fuente militar norteamericana, bajo condición de anonimato, Reuters agrega que varios militares que se encontraban en la instalación al momento del impacto han sufrido heridas leves.
Medios locales, por su parte, reportan que fuerzas de seguridad iraquíes han incautado un vehículo militar en la localidad de Qazillar, cerca de la mencionada base, en el que han encontrado un mortero y cuatro cohetes Katyusha.
De momento, ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad del ataque a esta base, en la que se hallan miembros de la Policía y el Servicio Antiterrorista de Irak, además de militares estadounidenses.
Una serie de ataques con misiles ha ocurrido en instalaciones militares ocupadas por fuerzas estadounidenses. El pasado 9 de diciembre, dos proyectiles impactaron en una región controlada por soldados de EE.UU. cerca del aeropuerto de Bagdad, la capital de Irak.
Los ataques se han producido en medio de protestas y disturbios en Irak, los que, según varios analistas, han sido provocados por Estados Unidos y el régimen de Israel para crear caos y poder así “mantener el dominio económico y político de un Irak destrozado y hacerse con el control del petróleo”.
myd/ctl/tqi/mkh
