Con la llegada del nuevo gobierno y las alianzas entre diferentes bancadas se puso sobre la mesa de discusión la ley de competencia que obligará a los grandes monopolios y oligopolios en Guatemala a competir en las mismas condiciones que otras empresas, la iniciativa parte desde el ejecutivo y es avalada por el presidente del congreso.
Guatemala es el único país en Latinoamérica que no tiene una ley de competencias por lo que los precios de los de los productos de la canasta básica no se pueden controlar, no existen sanciones para los especuladores o para empresarios que fijan precios valiéndose de negociaciones por debajo de la mesa.
El capital extranjero se abstiene de venir a Guatemala porque no hay reglas claras respecto al mercado y se pierden empleos si no hay inversión, pero además, el hecho de que no exista una ley de competencia también desprotege al consumidor porque no se controla la calidad de los productos.
Uno de los grandes oligopolios en el país está conformado por familias que distribuyen el cemento, el pollo, el azúcar y una serie de empresas que acaparan el consumo nacional.
Otra industria gigante que se opone a la ley de competencia es el de la medicina, los dueños de estas empresas la venden hasta 10 veces más caro que en otros países, parte de las ganancias sirve para sobornar funcionarios públicos o campañas políticas.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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