En las calles de Jan Yunis, Deir al-Balah y frente a hospitales como Mártires de Al-Aqsa, cientos de personas salieron a celebrar el anuncio de la tregua. Con banderas palestinas en alto y sonrisas en los rostros, muchos expresaron su gratitud a través de rezos públicos y cánticos de resistencia.
Aunque el alto el fuego aún aguarda la aprobación final del gabinete israelí, la esperanza se ha encendido en Gaza. Las familias abandonaron los refugios, los niños jugaron en las calles por primera vez en semanas, y la palabra “respiro” adquirió un nuevo significado entre ruinas y dolor.
Las imágenes reflejan no solo celebración, sino también determinación: los cánticos en apoyo a la resistencia palestina muestran a una población que, a pesar de los golpes, no cede. La tregua, aunque incierta, ha devuelto por unas horas la sensación de vida a un pueblo que sigue resistiendo.



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