Las fuerzas federales, desplegadas desde principios del mes en Portland, la ciudad más grande del estado de Oregón (noroeste de EE.UU.), usan agresivas y polémicas tácticas contra los manifestantes que llevan más de 50 días manteniendo vivas las protestas por la justicia racial y social que se iniciaron en todo el país tras el asesinato del afrodescendiente George Floyd a manos de un agente de policía blanco.
Los agentes federales, militarizados que el presidente Donald Trump envió a Portland, recurrieron al uso de porras, gas pimienta y gas lacrimógeno para dispersar a un grupo de manifestantes.
mhn/rha/msf
