Los manifestantes brasileños bloquearon las autopistas en al menos 17 de los 27 estados del país, dijo la Policía Federal de Carreteras. Las dificultades de transporte llevaron a un aumento en los precios de frutas y verduras en Río de Janeiro y Sao Paulo.
Según informes, las autoridades del aeropuerto internacional de Brasilia se sentían preocupadas por el combustible de sus aviones, mientras que las gasolineras en Río de Janeiro ya se estaban agotando.
El descontento de los conductores se suma a la presión sobre el Gobierno del presidente Michel Temer antes de las elecciones generales de octubre.
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