Este jueves, el Reino Unido, Francia y Alemania, los tres firmantes europeos del acuerdo nuclear alcanzado en 2015 con Irán y otros tres países, es decir, EE.UU., Rusia y China, se han inclinado por no presentar a la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) una resolución antiraní, luego de que la República Islámica detuvo la implementación voluntaria del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación (TNP), tal y como le da derecho el mismo pacto, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Tras esta decisión, el representante permanente de Irán ante las organizaciones internacionales asentadas en Viena (Austria), Kazem Qaribabadi, ha criticado las intencionalidades políticas y los abusos de la AIEA, y elogiado la vigilancia y las medidas de los miembros del ente, especialmente la Junta de Gobernadores y su director general, Rafael Grossi, por sus esfuerzos para evitar tensiones innecesarias y dejar la puerta abierta a la diplomacia.
“Gracias a los extensos esfuerzos diplomáticos, se detuvo el proceso de emisión de una resolución antiraní en la Junta de Gobernadores de la AIEA. […] Finalmente, la racionalidad prevaleció en la Junta de Gobernadores”, ha señalado en declaraciones ofrecidas a los periodistas.
Entretanto, el portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI), Behruz Kamalvandi, ha subrayado que Teherán nunca acepta presiones ni amenazas, especialmente cuando tiene una mayor cooperación con la AIEA.
“Es evidente que, en el caso de que no hayan cumplido con sus obligaciones, recurrir a métodos coercitivos como las resoluciones no tendrá otro efecto que el de destruir lo que queda del PIAC”, ha aducido.
Irán había notificado hace varios días a la AIEA que limitaría sus inspecciones a partir del 23 de febrero, de conformidad con una ley del Parlamento iraní, emitida en diciembre de 2020, bajo el nombre de ‘Acción Estratégica para Levantar las Sanciones’, la cual tiene como propósito obligar a EE.UU. a levantar las sanciones y forzar a Europa a actuar para salvar el pacto nuclear, tras la salida de Washington de este convenio en mayo de 2018.
Irán asegura que ninguna de las medidas que adoptó luego de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear viola el mismo y que solo se realizan para garantizar los intereses que Teherán vio no atendidos en el marco del PIAC.
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