La Unión Europea (UE) está dividida en cuanto a la concesión de otro aplazamiento a Londres y lidiar con la incertidumbre que ello conlleva o rechazarla y correr el riesgo de una salida británica sin acuerdo.
El laberinto de la salida británica de la Unión Europea sigue sin tener solución. El Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, se siente frustrado por la decisión del Parlamento de no acompañarle en sus esfuerzos por lograr un acuerdo con el bloque comunitario.
La Unión Europea está preocupada. La falta de consenso entre los principales actores políticos del Reino Unido ha creado un ambiente de incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Londres y Bruselas.
Además, la UE está dividida por la solicitud de prórroga de la fecha del Brexit que el Parlamento británico obligó al Gobierno a entregar a los negociadores europeos.
Alemania se ha mostrado interesada en aceptar la solicitud y otorgar otro aplazamiento, mientras que Francia argumenta que un retraso adicional no le interesa a nadie.
La solicitud de moratoria debe ser aprobada por todos los países miembros de la Unión Europea. Si es admitida, supondrá un duro revés para la estrategia de Johnson, a fin de abandonar el bloque el próximo 31 de octubre, con o sin acuerdo.
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