Publicada: sábado, 21 de abril de 2018 8:35
Actualizada: sábado, 21 de abril de 2018 9:33

Un compromiso absoluto para resarcir los problemas sufridos por la generación Windrush dio la primera ministra británica Theresa May a los líderes caribeños al cierre de la convención de los países de la Commonwealth. El llamado escándalo de la generación Windrush sigue creando controversia.

Tan solo esta semana se dio a conocer que las tarjetas de desembarque de los inmigrantes caribeños que llegaron al Reino Unido entre 1948 y 1971 fueron destruídas en 2010 por la oficina de inmigración.

Este hecho dejó en el limbo legal a miles de ciudadanos de excolonias británicas que fueron invitados como ciudadanos británicos para reconstruir el Reino Unido después de la segunda guerra mundial con graves consecuencias.

La destrucción de los documentos de desembarco de los inmigrantes caribeños va de la mano con una política de endurecer los controles migratorios que empezó con la entonces ministra de Relaciones Interiores Theresa May. Sin embargo, esta semana la actual directora de la oficina de inmigración Amber Rudd y la primera ministra se vieron obligadas a disculparse y a comprometerse a resarcir los daños causados a estos inmigrantes caribeños.

Para muchos una promesa vacía pues la discusión sobre la situación de la generación Windrush entre Theresa May y los líderes caribeños sólo ocurrió tras una negativa inicial de la primera ministra a reunirse con los mandatarios de las excolonias británicas.

Por ello, muchos son cínicos ante cualquier compromiso hecho por Theresa May y ponen en duda el cómo las promesas se convertirán en hechos prácticos para muchos de la generación Windrush que han sido discriminados e incluso sometidos a deportaciones.

Lo cierto es que el Gobierno de Theresa May está lejos de ponerle fin al escándalo de la generación Windrush. El próximo lunes se espera una nueva manifestación para pedir el fin de las deportaciones y para apoyar la solicitud de una amnistía, a discutir en el parlamento, para aquellos que llegaron a Reino Unido entre 1948 y 1971 siendo aún niños.

Claudia Navarro, Londres.

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