Durante un discurso en el Foro de Defensa Nacional Reagan, en California, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, reiteró el sábado su defensa de los ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, que han dejado una estela de muertos y un sinnúmero de incógnitas.
En medio del creciente escrutinio sobre las letales operaciones estadounidenses contra embarcaciones que presuntamente transportaban droga, Hegseth adujo que Trump tiene el poder de tomar acciones militares “como considere conveniente”.
Al desestimar las preocupaciones por estas acciones que violan el derecho internacional, el titular de Guerra agregó que los ataques “estaban justificados para proteger a los estadounidenses”, para después rematar que “si trabajas para una organización terrorista designada y traes droga a este país, te encontraremos y hundiremos”.
Tras 23 ataques en los que han muerto al menos 87 personas, ni el Pentágono ni la Casa Blanca han mostrado evidencias de los cargamentos que supuestamente transportaban los barcos, la identidad de sus ocupantes, sus puntos de salida o si realmente estuvieron vinculados al narcotráfico.
Desde el pasado agosto, Washington ha desplegado una serie de buques de guerra, un submarino nuclear y miles militares en el Caribe para supuestamente combatir el terrorismo.
Por su parte, el Gobierno de Venezuela ha acusado a Estados Unidos de promover un cambio de régimen en Venezuela con el objetivo final de “apoderarse del petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales” del país.
Además, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha destacado que, pese a semanas de “agresión imperialista” y “guerra psicológica”, el pueblo ha consolidado un “poder de la conciencia” y una fortaleza política, social y militar para enfrentar estas amenazas.
EE.UU. reanuda pruebas nucleares “para frenar el ascenso de China”
Hegseth sostuvo también que Trump es el “verdadero y legítimo heredero” de Ronald Reagan en materia de política exterior contundente y señaló la necesidad de frenar el ascenso de China mediante la fuerza, en lugar del conflicto.
Al reiterar la promesa de reanudar las pruebas nucleares, apuntó que sería en igualdad de condiciones con Rusia y China. Sin embargo, ambas no han realizado pruebas explosivas en décadas, aunque el Kremlin afirmó que seguiría los pasos de Estados Unidos si Trump las reanuda.
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