Según informó el miércoles The Wall Street Journal citando fuentes cercanas al presidente de EE.UU., Donald Trump, el magnate neoyorquino está molesto con el primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu.
Tras el ataque de Israel a una misión palestina en Catar, conforme al medio, el descontento de Trump alcanzó su nivel máximo. El mandatario estadounidense aseveró que Netanyahu “me está jod***do”, según funcionarios que escucharon el comentario durante la conversación con sus asesores principales, incluido el secretario de Estado, Marco Rubio, respecto a cómo responder a los ataques.
Conforme a las fuentes, Trump dijo que Netanyahu opta por una solución militar en el conflicto con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), mientras que él mismo prefiere alcanzar un acuerdo de alto el fuego con la Resistencia palestina.
A pesar de sus supuestos enfados, la gran pregunta es si Trump alguna vez estará dispuesto a traducir su ira en acciones contra las agresiones de Israel en Asia Occidental… o si todo queda en palabras.
Sin ir muy lejos, la Cámara Baja de EE.UU. aprobó el domingo un nuevo paquete de ayuda al régimen de Tel Aviv, valorado en más de 650 millones de dólares, que implica la cooperación en escudo antimisiles y más fondos para mejorar la efectividad de Cúpula de Hierro y Honda de David (Davids Sling); además de financiamiento para investigación, tecnología, inteligencia artificial y ciberseguridad, programas antitúneles y 70 millones para iniciativas antidrones del régimen liderado por Netanyahu.
La segunda quincena de agosto, la oenegé HRW aseveró que el apoyo incondicional de EE.UU. a Israel podría llevar a personal estadounidense a enfrentar juicios por crímenes de guerra en Gaza.
En la misma líena, el lunes, el secretario de Estado estadounidense, durante su viaje a los territorios ocupados de Palestina, destacó que Washington le dará “apoyo inquebrantable” a Israel en su guerra genocida contra los palestinos en Gaza.
msr/ctl/mrg
