Tres altos funcionarios de los servicios de seguridad libaneses reconocieron que los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, han tenido una intensa comunicación diaria con todas las fuerzas militares y de seguridad de Líbano para “recopilar información y estimaciones” sobre el Movimiento de Resistencia Islámica de Líbano (Hezbolá), informa este lunes el diario Al-Akhbar.
“Lo que más les interesa a los occidentales es obtener estimaciones de las agencias oficiales libanesas y datos sobre la situación del liderazgo en Hezbolá después del asesinato de su secretario general, el mártir Seyed Hasan Nasralá, y están recopilando información sobre los cambios en la situación del liderazgo y la estructura militar”, precisa.
Revelaron a Al-Akhbar que el pasado jueves 10 de octubre, un equipo de seguridad estadounidense, compuesto por 15 agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), llegó al aeropuerto de Beirut y luego fue trasladado en un convoy de vehículos blindados sin matrícula a la embajada de Estados Unidos en la capital libanesa.
Este equipo se adhirió a una unidad operativa ya estacionada en la embajada, que incluye a 12 oficiales clave y otros con funciones especializadas como reclutar y gestionar a espías, reunir inteligencia técnica y analizar datos solicitados por la embajada a las agencias del Gobierno libanés, con el pretexto de esfuerzos antiterroristas, antinarcóticos y antilavado de dinero, según las fuentes.
En el marco de este plan, se detalla el nombramiento de una nueva jefa de la estación en Beirut, llamada Sherry Baker, que antes había participado en reuniones con funcionarios de seguridad libaneses en sus visitas oficiales a Washington.
Además, se mencionó cinco misiones de trabajo realizadas por oficiales libaneses de diversos rangos a Estados Unidos, donde se reunieron con funcionarios de inteligencia norteamericanos en la sede de la CIA en Langley.
En un reciente y alarmante acontecimiento que pone de manifiesto la participación de EE.UU. en el asesinato de los líderes de la Resistencia libanesa, uno de los tres funcionarios reveló que la dirección de Hezbolá recientemente dio instrucciones a Wafiq Safa, como jefe de la unidad de coordinación y enlace del movimiento, quien es responsable de trabajar con las agencias de seguridad libanesas, para que se comunicara con los funcionarios de esas entidades sobre asuntos relacionados con la guerra en curso.
Explicó que esas comunicaciones se produjeron, a pesar de que Hezbolá sabía que el simple hecho de hacer una llamada telefónica de ese tipo supondría un riesgo para la seguridad de Safa.
Esas preocupaciones se confirmaron cuando Israel llevó a cabo el jueves un “ataque aéreo urgente” en el centro de Beirut con el objetivo de eliminar a Safa. El ataque mortífero dejó 22 muertos y más de 117 heridos, pero Safa salió ileso.
La fuente dijo que las sospechas de Hezbolá sobre la participación de Estados Unidos en la guerra aumentaron después de este ataque, y el grupo cree que la CIA jugó un papel directo en el intento de asesinato de Safa.
Según el funcionario de seguridad libanés, esta operación parece impulsada por la inteligencia estadounidense, con el objetivo de cortar los vínculos de Hezbolá con los funcionarios militares y de seguridad del Líbano.
El mismo funcionario advirtió de que Estados Unidos podría estar apoyando operaciones israelíes para atacar o asesinar a figuras no militares de Hezbolá en un intento por socavar la Resistencia desde dentro y reducir su influencia en el Líbano.
El uso de las bombas antibúnker —incluidas las municiones de 5000 libras— proporcionadas por EE.UU. para asesinar a los líderes de la Resistencia, incluido Nasralá, es un claro ejemplo de la implicación de Washington en los crímenes de Israel, han denunciado las autoridades iraníes.
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