De estos fondos, más de la mitad, es decir, alrededor de 61 000 millones de dólares, se asignarán como ayuda a Ucrania, mientras que otros 26 000 millones de dólares se destinarán a Israel y 8000 millones de dólares se destinarán a Taiwán.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha prometido promulgar este paquete de ayuda una vez que sea aprobado en el Senado.
El amplio plan es aprobado mientras continúan los indiscriminados ataques israelíes contra la Franja de Gaza, que desde el pasado 7 de octubre han dejado, según el Ministerio palestino de Salud, más de 34 000 palestinos muertos.
Por su parte, Rusia ha advertido que el paquete de ayuda estadounidense “exacerbará las crisis mundiales”. “La ayuda militar al régimen de Kiev, capital de Ukrania, constituye un apoyo directo a las actividades terroristas; a Taiwán, una injerencia en los asuntos interiores de China; y a Israel, una vía directa para la agravación sin precedentes de la situación en la región”, ha indicado la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en un mensaje en Telegram.
Además, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha resaltado que, este paquete de ayuda “enriquecerá aún más a Estados Unidos y destruirá aún más a Ucrania, y más ucranianos morirán a causa del régimen de Kiev”.
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