“EE.UU., en coordinación con nuestros socios y aliados, está considerando sanciones específicas adicionales para promover la rendición de cuentas de los involucrados en abusos de derechos humanos y represión en Bielorrusia. […] liberen a todos los que han sido detenidos injustamente [...] y entablen un diálogo útil con representantes genuinos de la sociedad bielorrusa”, ha advertido este martes el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en un comunicado.
Sus comentarios se producen un día después de que la Unión Europea (UE) anunciara (lunes) que sancionará a 31 altos cargos bielorrusos en respuesta a unas elecciones no reconocidas por el Occidente.
Durante el último mes, Bielorrusia ha sido escenario de amplias protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales, en las que el actual presidente, es decir, Alexander Lukashenko, obtuvo el 80,1 % de los votos. La oposición bielorrusa denuncia un supuesto fraude en el proceso electoral y llama al diálogo.
Pompeo, además, ha calificado de “secuestro” la detención de la líder opositora María Kolésnikova, y dice que su país está listo para ofrecer su apoyo a los manifestantes que protestan contra la Administración de Lukashenko.
El texto indica que Washington elogia “la valentía de la Sra. Kolésnikova y del pueblo bielorruso, al afirmar pacíficamente su derecho a elegir a sus líderes en elecciones libres y justas frente a la violencia injustificada y la represión de las autoridades bielorrusas”.
Lukashenko acusó de la caótica situación en su país a “elementos de injerencia extranjera”, denunciando que la Administración estadounidense planea dirigir las protestas antigubernamentales con la connivencia de la UE.
Ante tal panorama, el Gobierno ruso también denunció la existencia de “fuerzas externas” en Bielorrusia, que buscan un “baño de sangre” y “siguen el guion venezolano” o ucraniano.
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