Los días pasan y las protestas masivas en California no cesan. La muerte del afroamericano George Floyd cuando estaba en custodia por un oficial blanco en la ciudad de Mineápolis, en el estado de Minnesota, encendió a las comunidades afroamericana, latina y otras razas a lo largo y ancho de Estados Unidos a protestar por la brutalidad policial que sigue cobrando vidas inocentes, según palabras de los mismos manifestantes.
Santa Mónica, Hollywood y Culver City, todos California, fueron los epicentros de las manifestaciones. Sin embargo un grupo de jóvenes comenzaron a provocar incendios en negocios y se dieron los actos vandálicos que mismos marchistas pacíficos, reprobaron.
El gobernador Gavin Newsom tiene a California en estado de emergencia, le autorizo al condado de Los Ángeles el despliegue de mil soldados de la Guardia Nacional para ayudar a los cuerpos policiacos a controlar la ira de algunos manifestantes. El Alcalde angelino de Los Ángeles, Eric Garcetti, ha dado mensajes a la comunidad para trabajar juntos contra la discriminación racial.
Según analistas políticos quien se ha ganado el rechazo y críticas en todo Estados Unidos fue el presidente Donald Trump ya que se burló de muchos gobernadores por considerarlos “débiles” y exigió medidas más severas contra la violencia de algunos grupos infiltrados en las manifestaciones.
Los toques de queda en algunas ciudades continúan como medida para evitar más demostraciones violentas.
Rosie Orbach, Los Ángeles (California).
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