El diario norteamericano New York Times (NYT), en un artículo publicado hoy miércoles, sostiene que las autoridades estadounidenses recurren a reducir sus bajas para evitar que el pueblo estadounidense conozca el verdadero costo de las guerras emprendidas por Washington en el extranjero.
“Más de 100 soldados estadounidenses han sido tratados por lesiones cerebrales traumáticas luego del ataque de misiles de Irán contra la base aérea de Ain Al-Asad en el oeste de Irak”, precisa el periódico y recuerda que Irán lanzó misiles contra la base estadounidense en represalia por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani.
Trump ordenó la muerte de Soleimani para apuntalar la campaña de reelección del presidente Trump, en las elecciones del próximo noviembre, agrega NYT.
La publicación arremete contra las autoridades estadounidenses por desestimar el ataque de Irán catalogándolo de una “operación limitada”, mientras que las fuerzas armadas persas bombardearon la base en poder de EEUU con “una docena de misiles balísticos, algunos de los cuales transportaban más de 1100 libras de explosivos”.
De acuerdo con los autores del texto, si bien las Fuerzas Armadas de EE.UU. finalmente han tomado en serio las lesiones cerebrales traumáticas sufridas por los soldados presentes en la base de Ain Al-Asad el día del ataque iraní, todavía queda un largo camino por recorrer.
“Esto fue una advertencia sobre cómo estimar el costo de la intervención militar estadounidense en otros países. En la actualidad, en estas estimaciones se calculan, en su mejor forma, solo los costos que son buenos para los títulos de los medios y rara vez tienen en cuenta sus efectos a largo plazo”, han denunciado.
El 8 de enero, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán disparó misiles balísticos contra la base aérea Ain Al-Asad después de que EE.UU. asesinara al comandante de la Fuerza Quds del CGRI, el teniente general Qasem Soleimani; al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y a otros combatientes iraníes e iraquíes.
Horas después de la operación de represalia de Irán contra dicha base ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar, donde están desplegadas las fuerzas norteamericanas, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo que sus tropas estaban muy bien.
El Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) confirmó el lunes que 109 militares han sido diagnosticados con lesiones cerebrales a raíz del ataque iraní lanzado contra su base Ain Al-Asad en Irak.
Eso mientras el organismo afirmó el 16 de enero que 11 soldados fueron diagnosticados con una lesión cerebral traumática. La cifra se elevó luego a 34 y 50, hasta que los oficiales norteamericanos subieron esta cifra a 64.
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