De acuerdo con sus adversarios, Trump usó una llamada telefónica —realizada en julio con su par ucraniano, Volodímir Zelensky— no para perseguir un objetivo legítimo de política exterior estadounidense, sino para conseguir ventajas políticas personales.
Parece que el mandatario norteamericano presionó a su homólogo eslavo a investigar las acusaciones de corrupción contra el exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter, miembro de la junta de una importante compañía de gas ucraniana.
Los demócratas acusan a Trump de pretender dañar de esta manera la reputación de Joe Biden, uno de sus principales rivales políticos en las elecciones presidenciales de 2020.
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Además, vinculan la congelación de 400 millones de dólares de la ayuda militar estadounidense a Ucrania, realizada dos semanas antes de la referida llamada telefónica, con los anhelos de Trump.
De esta manera, los legisladores anti-Trump le culpan al mandatario de presionar a Zelensky y condicionar la entrega de la ayuda militar estadounidense a la disposición de Ucrania a investigar a Biden y su hijo.
El proceso de impeachment debe ser iniciado por la Cámara de Representantes y necesita una mayoría simple para ser activado: Actualmente, los demócratas tienen 235 bancas frente a las 198 de los republicanos.
De ser aprobado en la Cámara Baja, el juicio tendrá lugar en el Senado, donde los republicanos conservan la mayoría, y allí se necesita dos tercios de votos para destituir al presidente, según la Constitución estadounidense.
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