“Tenemos que colgarlo en la Plaza de la Corte (Courthouse Square) tan pronto como le detengamos”, ha dicho el exsenador Saxby Chambliss, según pública este lunes el diario estadounidense The Hill.
Tenemos que colgarlo en la Plaza de la Corte (Courthouse Square) tan pronto como le detengamos, ha dicho Chambliss.
Durante una reunión con estudiantes de la Facultad de Negocios Terry en Georgia, el excongresista estadounidense ha expresado su esperanza de que nadie tenga alguna simpatía hacia Snowden.
Chambliss, quien renunció al Congreso el año pasado, arremetió contra Snowden durante una discusión sobre el reciente ciberataque a la Oficina de Administración de Personal de EE.UU.
El comentario de Chambliss refleja la animosidad que muchos funcionarios de la seguridad nacional y de inteligencia de Estados Unidos sienten hacia Snowden, quien se encuentra asilado en Rusia desde hace dos años para evitar ser juzgado en EE.UU. por cargos de espionaje.
Snowden divulgó en junio de 2013 decenas de miles de documentos clasificados como "alto secreto" sobre programas globales de espionaje masivo ejecutados por los servicios de inteligencia estadounidense.
Las filtraciones de Snowden provocaron un enfriamiento en las relaciones de Washington con sus aliados, pues estos últimos consideraban inaceptable espiar a un país amigo.
En alusión al ciberataque contra funcionarios del aparato gubernamental de Washington, Chambliss ha advertido de que ese brecha, como el caso de Snowden, puede causar muchos problemas a los estadounidenses.

Al apuntar contra hackers chinos como responsables del robo de información de los empleados de Washington, Chambliss ha advertido de que la situación es "seria" pues amenaza la vida de todos los estadounidenses.
EE.UU. suele acusar a China y a Rusia de estar involucrados en los casos de piratería informática que ocurren en su territorio; algo que rechazan las autoridades de Pekín.
Por su parte, la embajada de China en EE.UU. ha repudiado la acusación de Washington respecto al robo de información a sus empleados y la considera totalmente “irresponsable y contraproducente”.
El pasado junio, la Oficina Federal de Investigación de EE.UU. (FBI, por sus siglas en inglés) admitió que los piratas informáticos podrían haber accedido a datos de cuatro millones de empleados federales actuales y de antes.
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