En abril de este año, Regina Silva realizó una huelga de hambre exigiendo la liberación de José Luis, su esposo, detenido en uno de los miles de campos de concentración para inmigrantes, obra de Donald Trump, el arquitecto de la limpieza étnica en Estados Unidos.
Poco sabía esta mujer de la odisea que le esperaba. Hasta el día de hoy, José Luis ha sido detenido, deportado y redeportado, para ser detenido nuevamente. Todo ello a pesar de que su esposa e hijo son ciudadanos estadounidenses.
Por su parte, las autoridades migratorias se niegan a explicar el porqué de estas detenciones y reprocesamientos.
Es así que cuando periodistas le preguntaron a Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional sobre los miles de niños inmigrantes enjaulados en campos de concentración, Nielsen asegura que todo va de maravilla.
Lo que Nielsen, sin embargo, no menciona es que hasta la fecha, documentos de cortes revelan que más de quinientos niños siguen enjaulados, mientras que decenas más han muerto o sido física o sexualmente abusados por los carceleros.
Marcelo Sánchez, Miami
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