El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó la orden ejecutiva para poner fin a la separación de familias en la frontera con México. Sin embargo el decreto no cambió absolutamente nada en términos de reunir a los más de 2300 niños que desde mayo han sido separados de sus padres a causa de la aplicación de la política de ‘tolerancia cero’.
Reunir a las familias supone un gran desafío porque una vez detenidos en la frontera, niños y padres ingresan en dos sistemas diferentes y separados.
Los niños separados son guardados en centros de detención. Los médicos advierten de los riesgos que enfrentan al estar sin sus padres.
La orden ejecutiva que Trump firmó el pasado miércoles pretende continuar con la detención de familias en la frontera, pero las mantendrá unidas mientras se tramiten sus casos en los tribunales criminales o de Inmigración.
Además, ordena a las agencias federales –especialmente al Departamento de Defensa de Estados Unidos (Pentágono)– empezar a preparar instalaciones que podrían albergar a las miles de familias que ahora serán detenidas por el Gobierno.
mhn/ktg/
