• Migrantes centroamericanos se dirigen al cruce fronterizo de El Chaparral, en Tijuana, México, 29 de abril de 2018.
Publicada: martes, 1 de mayo de 2018 18:26
Actualizada: martes, 1 de mayo de 2018 20:24

Ocho mujeres y niños de una caravana centroamericana han ingresado a territorio estadounidense para buscar asilo, hecho que provocó celebraciones entre sus acompañantes, cuyo recorrido de un mes por todo México llevó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a exigir más restricciones en la frontera.

Las autoridades fronterizas estadounidenses permitieron, por primera vez, que un pequeño grupo de mujeres y niños entrase, a últimas horas del lunes, a Estados Unidos desde México, según informó la agencia británica de noticias Reuters.

Su ingreso se considera un desafío al mandatario norteamericano, quien había exigido previamente que no se les permitiera la entrada al país y había insistido en que se apliquen leyes de inmigración más fuertes.

La incursión de ocho migrantes de la llamada caravana conocida como “Viacrucis del Migrante” —que inició a finales de marzo y llegó el domingo al muro fronterizo entre México y Estados Unidos— alimentó la determinación de decenas migrantes procedentes de países centroamericanos a esperar en la localidad mexicana de Tijuana.

Estados Unidos no aceptará que sean ignoradas nuestras leyes de inmigración y que peligre la seguridad de nuestra nación”, dijo el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions.

Pese a esta permisión con los migrantes centroamericanos, el Departamento de Justicia de EE.UU. reafirmó la noche del lunes su firmeza ante los migrantes al presentar cargos penales contra 11 de ellos, que serán los primeros en ser procesados de la referida caravana.

“Estados Unidos no aceptará que sean ignoradas nuestras leyes de inmigración y que peligre la seguridad de nuestra nación”, dijo el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, mientras inculpo a los 11 migrantes de entrar ilegalmente al país por el cruce fronterizo de San Ysidro, en California.

Tras la marcha de dicha caravana, el Gobierno estadounidense ha tomado ciertas medidas, desde desplegar 4000 soldados en la frontera con México, hasta presionar a México y amenazar con cerrar la frontera.

No obstante, aun no ha podido frenar a los indignados migrantes centroamericanos. Mientras, el mismo vicepresidente de Trump, Mike Pence, afirmó que este flujo de inmigrantes es el resultado ‘directo’ de las leyes ‘débiles’ e ‘ineficientes’ 

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