“Sobre la base del expediente de hechos que he presentado, estoy anunciando hoy que no podemos y no haremos esta certificación”, ha anunciado este viernes el presidente de EE.UU., Donald Trump, ante los periodistas en la Casa Blanca.
En el discurso para anunciar su decisión sobre el acuerdo nuclear con Irán, también conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), ha alegado que Teherán ha violado en múltiples ocasiones el pacto y no ha respetado el “espíritu” del mismo.
Trump ha manifestado que en el caso de que su Administración no pueda llegar a una solución con el Congreso de EE.UU. y sus aliados sobre el JCPOA, “entonces el acuerdo se dará por terminado”, al tiempo que ha subrayado que él mismo de manera unilateral puede decidir romperlo “en cualquier momento”.
A continuación, el presidente estadounidense ha vuelto a calificar el JCPOA como “uno de los peores acuerdos” jamás firmados y negociados por Estados Unidos, para después aducir que este pacto permite que Teherán desarrolle “ciertos elementos de su programa nuclear”.
En este contexto, ha recalcado que esta posibilidad contribuye a que, “cuando no haya limitaciones clave” dentro de unos años cuando se termine el plazo de las supervisiones sobre los centros nucleares del país persa, Irán pueda obtener “un acceso rápido a las armas nucleares”.
Asimismo, ha señalado que Estados Unidos dará “una serie de pasos más importantes para hacer frente a las acciones” de la República Islámica de Irán, así como para “asegurar”, según sus palabras, que este país “nunca obtenga un arma nuclear”.
Sobre la base del expediente de hechos que he presentado, estoy anunciando hoy que no podemos y no haremos esta certificación”, anuncia el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Aunque no abandone el acuerdo, el giro de Trump puede abrir un período de incertidumbre al no secundar la posición de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que hasta ahora ha confirmado en ocho ocasiones que Irán cumple con sus compromisos.
El inquilino de la Casa Blanca ha adelantado “duras sanciones” contra el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), unos minutos después de que el Departamento del Tesoro haya anunciado una serie de embargos contra esta entidad militar iraní.
Y ha denunciado lo que él ha llamado, el “comportamiento malo” de Irán en el Oriente Medio, por ser “el principal patrocinador del terrorismo en el mundo”, ha acusado.
Esto mientras las autoridades persas en reiteradas ocasiones han aseverado que Washington patrocina a los terroristas. Este mismo viernes, el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani, ha indicado que EE.UU. vende armas a los grupos terroristas que operan en el Oriente Medio para comercializar la seguridad.
En un duro rechazo a las referidas acusaciones de Trump, el presidente de Irán, Hasan Rohani, ha formulado declaraciones en las que ha vuelto a defender el derecho de Teherán a desarrollar su programa de misiles, que únicamente persigue fines defensivos, ha manifestado.
Rohani además ha salido en defensa del CGRI ante las acusaciones del mandatario de EE.UU. respecto al terrorismo y recordado el largo historial de Washington en perpetrar actos hostiles contra Irán.
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