Según un reciente estudio del instituto empresarial suizo IMD, el país asiático alcanzó esta cima gracias al avance de su infraestructura tecnológica, la disponibilidad de obreros calificados, las leyes de inmigraciones favorables y la facilidad para iniciar nuevos negocios.
A su vez, EE.UU. perdió dos posiciones y se ubicó en el tercer lugar debido a la caída de la confianza que surgió tras el recorte de impuestos y el debilitamiento de las exportaciones tecnológicas.
El ranking del IMD se publica desde 1989 y estima el desempeño de 63 economías en cuanto a 235 indicadores: desempleo, crecimiento económico, gasto público en salud y educación, así como otros datos obtenidos de investigaciones internacionales sobre cohesión social, globalización y corrupción.
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