La persistente devaluación del peso en las últimas semanas a pesar de las reiteradas alzas en la tasa de política monetaria del Banco Central de Argentina, ha llevado al Gobierno argentino a bajar su meta de reducción del déficit fiscal de este año en curso.
Sin embargo, tras una recuperación parcial de indicadores financieros el viernes y en el inicio de la sesión del lunes, los mercados locales retomaron la senda bajista y este martes han profundizado sus pérdidas.
De acuerdo con el diario especializado en economía Ámbito Financiero, esta situación se debe a diferentes causas externas e internas. Entre ellas destaca la puja política y económica en torno a las tarifas de servicios públicos, la puesta en marcha la semana pasada del impuesto a la renta financiera, el incremento de tasas en EE.UU. y una mayor apreciación del dólar en el mundo.
Esta nueva devaluación tiene lugar mientras, según una encuesta realizada entre el 27 de abril y el 3 de mayo de 2018, el 54 % de los argentinos rechaza la forma en la que el presidente argentino, Mauricio Macri, está conduciendo el Gobierno nacional, mientras que la inflación trepa al tope de las preocupaciones.
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