“El Gobierno de EE.UU. es responsable de conservar nuestras propiedades, y en el caso de participar en su expolio, exigiremos indemnización al Gobierno estadounidense”, ha declarado el canciller persa.
En estas declaraciones, realizadas durante una rueda de prensa conjunta con su par macedonio, Nikola Poposki, Zarif se ha referido a la congelación de casi 2 mil millones de dólares de los fondos iraníes por el Tribunal Supremo de EE.UU.
“El Gobierno de EE.UU. es responsable de conservar nuestras propiedades, y en el caso de participar en su expolio, exigiremos indemnización al Gobierno estadounidense”, ratifica el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
Según esta sentencia, los fondos iraníes congelados se utilizarán para indemnizar a los familiares de los 241 militares estadounidenses muertos en un atentado de Beirut (capital libanesa) de 1983, del que Washington acusa a Irán y a los combatientes del Movimiento de la Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
La República Islámica de Irán, tras negar toda implicación en aquel atentado, subraya que el fallo del Tribunal norteamericano es, en realidad, un “robo” y una clara “ridiculización” de la justicia y de las leyes internacionales, y afirma que no reconoce tal sentencia.
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— HispanTV (@Hispantv) April 23, 2016
Zarif ha dicho al respecto que no es la primera vez que las cortes estadounidenses dictaminan contra el país persa con motivaciones políticas, y se ha referido a la ridícula medida de un juez estadounidense, que condenó a Irán a pagar unos 10 500 millones de dólares por los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, aun cuando se sabe de cierto que Irán no tuvo nada que ver con dichos atentados.
Asimismo, el jefe de la Diplomacia iraní, tras señalar que es la primera visita de una autoridad de alto rango macedonia a Irán, ha comentado que aunque Teherán tiene vínculos políticos con Skopie desde la Independencia de Macedonia (reconocida en 1993), las relaciones bilaterales se deterioraron como consecuencia de las sanciones antiraníes.
Por otra parte, Zarif y Poposki abogan por unos diálogos continuos y profundos en el ámbito político, pues, según Zarif, dado que Macedonia se ubica en la península balcánica y sirve de paso a los refugiados sirios e iraquíes, se enfrenta al riesgo del aumento del extremismo.
No obstante, los refugiados que se encuentran en la frontera entre Macedonia y Grecia —provenientes en su mayoría de los países azotados por conflictos como Siria e Irak— sufren una catastrófica situación humanitaria, ya que no pueden volver a sus países de origen ni cruzar la frontera macedonia, retenidos en la zona por los gases lacrimógenos y las granadas aturdidoras de la policía de ese país.
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