“Una flotilla de la Fuerza Naval del Ejército de la República Islámica ha logrado izar la bandera nacional de Irán en el oeste de América Latina, y además, en el norte del océano Índico, las flotillas del Ejército tienen una presencia poderosa”, ha dicho este sábado el comandante adjunto de la Fuerza Naval del Ejército iraní, el contralmirante Hamze Ali Kaviani.
El alto mando castrense ha dicho que los enemigos de la nación han estado buscando derrocar el Sistema de la República Islámica desde la victoria de la Revolución Islámica (1979). “Suponían que la Revolución Islámica no cumpliría los 40 años, pero fallaron en su objetivo y el sistema islámico es cada día más poderoso que antes”, ha subrayado.
El contralmirante Kaviani ha denunciado que el Reino Unido y Estados Unidos han estado detrás de todos los complots urdidos contra Irán desde hace 300 años, diciendo que estas potencias han sentido el peligro que representa para ellos el Islam y la ideología antihegemónica que promueve Irán.
Ha recordado las invasiones que llevó a cabo EE.UU. en Vietnam, Afganistán, Siria e Irak en nombre de promover la democracia, y ha lamentado que la presencia militar estadounidense “no haya traído allí más que destrucción y desplazamiento”.
Irán busca mantener una presencia poderosa en aguas libres
Después de establecer tres comandos oceánicos en los océanos Índico, Pacífico y Atlántico, la Armada iraní busca expandir su actividad y presencia en las aguas internacionales a fin de velar por la seguridad de las rutas navales.
En esta línea, la 86.ª flotilla de la Fuerza Naval del Ejército, compuesta por los buques de guerra Dena y Makran, inició a fines de septiembre de 2022 una travesía para dar la vuelta al mundo con un mensaje de paz y amistad. El grupo naval iraní atracó el 23 de enero en las costas del Río de Janeiro en Brasil, donde se desplegará hasta el 30 de enero.
El grupo naval de la Armada iraní continuará luego su travesía rumbo al estratégico Canal de Panamá, ubicada en una región que Estados Unidos la considera como “su patio trasero”. Esta misión —que ha molestado a las autoridades estadounidenses— envía un mensaje muy importante de que nadie es capaz de frenar el creciente poderío militar de Irán.
Irán, sin embargo, ha asegurado que el aumento de su poder naval obedece a una doctrina defensiva y no representa amenaza alguna para otros países.
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