En un discurso ofrecido este jueves en la universidad militar Imam Ali (P) en Teherán, capital persa, el general de brigada Amir Hatami ha destacado el papel del poder misilístico de Irán en una dura respuesta que logró dar al crimen que cometió EE.UU. al asesinar al destacado estratega iraní, el teniente general Qasem Soleimani.
“Comandantes estadounidenses que solían abrir fuego contra otros países especialmente cuando se encuentran en una situación frágil y ostentar de este modo su poder falso contra los pueblos sin defensa, por fin experimentaron una vez el calor ardiente del poder misilístico del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán”, ha elogiado.
El alto mando castrense iraní ha advertido a los enemigos de no examinar nunca la firmeza del pueblo iraní aduciendo que lo que ocurrió para EE.UU. en Irak fue “solo una advertencia, una bofetada”.
Hatami ha destacado también los “significativos avances” que ha logrado el Ministerio de Defensa nacional en diferentes campos de combate terrestre, aéreo, marítimo, misilístico, electrónico y de defensa y su autosuficiencia para suministrar todos los requisitos de las Fuerzas Armadas del país, de modo que, “ningún enemigo agresor se atreva a materializar sus exigencias excesivas y sus objetivos belicistas”.
La madrugada del 8 de enero, la División Aeroespacial del CGRI de Irán lanzó una serie de misiles contra la base aérea Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar y ocupada por las tropas norteamericanas desde la invasión de Irak en 2003, y una base en Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí, también en poder de los norteamericanos.
Poco después del ataque con misiles de Irán a la base de Ain Al-Asad, las tropas estadounidenses perdieron todo contacto con su sistema de vigilancia aérea “ultra sofisticado y muy costoso”, según precisa un informe publicado el miércoles por la agencia francesa AFP, citando a fuentes militares estadounidenses.
De acuerdo con este informe, en el momento del ataque contra este centro, al menos siete aviones teledirigidos estadounidenses se encontraban volando, entre ellos: los MQ-1C Gray Eagles, especializados en vigilancia aérea y cargados con cuatro misiles antitanques con guía láser Hellfire.
El Gobierno persa destaca que, visto el retroceso de Washington, Irán ya puede presumir de ser uno de los pocos países que han plantado cara a Estados Unidos.
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