“Tenemos el dedo en el gatillo. Si los estadounidenses cometen un error verán la erupción de la furia de las fuerzas de la Revolución”, ha alertado el secretario del Consejo de Discernimiento del Sistema de la República Islámica de Irán, Mohsen Rezai.
El alto cargo iraní ha aseverado que este ataque ha “demostrado que EE.UU. con todos sus equipos avanzados y preparados no pudo utilizar sus sistemas” al no haber logrado interceptar ni un misil iraní lanzado contra sus bases en el territorio iraquí.
La madrugada de este miércoles (hora local), el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán ha atacado con misiles tierra-tierra la base aérea Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar y ocupada por las tropas norteamericanas desde la invasión de Irak en 2003, y otra en Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí.
El ataque lanzado con “decenas de misiles tierra- tierra” a la principal base aérea estadounidense en Irak se produjo después de que Irán se comprometió a tomar una “dura venganza” por el asesinato del héroe antiterrorista iraní, el teniente general Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds del CGRI en un ataque aéreo de EE.UU. en Irak.
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