El jefe adjunto de la operación de la Armada iraní, el contralmirante Qolamreza Tahani, ha anunciado este viernes el inicio de los ejercicios militares conjuntos en el norte del océano Índico, concretamente en el mar de Omán, que conllevan mensajes de paz, amistad, seguridad sostenible y sobre todo que “no se puede aislar a Irán”.
Tahani ha recordado que la ubicación de tres estrechos estratégicos en esta zona, es decir, Ormuz, Bab el-Mandeb y Malaca, explica la importancia de garantizar la seguridad comercial de las embarcaciones.
Contribuir al establecimiento y fortalecimiento de la seguridad es “un deber” de las fuerzas iraníes respecto a su propio país, la región y el mundo entero, por lo que las maniobras de cuatro días de duración, iniciadas este viernes, se realizan dentro del marco de tal objetivo, ha concretado el alto mando castrense.
“La región del norte del océano Índico goza de altos niveles de seguridad. La seguridad sostenible de esta región es resultado de los esfuerzos y el poderío (militar) de las Fuerzas Armadas de la República Islámica de Irán y la Fuerza Naval del Ejército y del CGRI (Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica)”, ha afirmado Tahani en una rueda de prensa celebrada en la ciudad iraní de Chabahar (sureste), al margen de las maniobras.
¿Cuáles son los objetivos de las maniobras conjuntas en el océano Índico?
Sobre la trayectoria de los ejercicios militares, denominados ‘Cinturón de Seguridad Naval’, Tahani ha explicado que las unidades navieras, según lo previsto, parten del puerto de Chabahar y navegan hasta el norte del océano Índico.
Como parte de las misiones, que se realizan en un recinto de 17 000 kilómetros, los participantes practican operaciones de rescate de una embarcación en llamas, la liberación de una embarcación agredida por piratas y grupos terroristas, y la realización de disparos contra blancos previstos. “El mundo va a observar el poderío marítimo de los tres países”, ha afirmado.
De igual modo, ha destacado que desde la victoria de la Revolución Islámica (1979) es la primera vez que Irán celebra maniobras conjuntas con la Armada de dos potencias a nivel internacional y en tan alto nivel. Tahani ha afirmado que Teherán tiene previsto organizar semejantes maniobras de forma anual.
De hecho, los juegos de guerra podrían insinuar que existe “una coalición” ante “la fracasada” coalición que EE.UU. ha intentado en vano formar bajo el supuesto de garantizar la seguridad en el Golfo Pérsico y el mar de Omán.
La idea de EE.UU. de formar una coalición internacional para proteger la libre navegación en la región y hacer frente a Irán, surgió después de la detención del carguero británico Stena Impero por la Fuerza Naval del CGRI de Irán en el estrecho de Ormuz, ubicado entre el Golfo Pérsico y el golfo de Omán, por no haber respetado el código marítimo internacional.
Golfo Pérsico, un espacio de guerra entre las voluntades
EE.UU. trata de reforzar su presencia en la región para impedir las exportaciones petrolíferas de Irán. Teherán; no obstante, asegura que las sanciones no podrán impedir la venta de su petróleo a través del estratégico estrecho de Ormuz.
Además, las autoridades iraníes insisten en que Irán seguirá proveyendo la seguridad del Golfo Pérsico y “hará lo necesario” en caso de que alguien traspase sus líneas rojas.
La razón del polvorín de hostilidades podría estar en que EE.UU. busca una nueva aventura militar para demostrar que aún sigue siendo el líder del mundo, un anhelo que parece poco probable por la existencia de potencias emergentes como Rusia, China y la propia República Islámica de Irán.
Distintos analistas coinciden en que Teherán no puede esperar mucho de Europa ante las agresiones de EE.UU., dado que, “como mucho, pondrá en un mismo nivel al agresor y al agredido”, pero sí puede esperar algo más de otras potencias como Rusia y China, que han expresado un apoyo a Irán y también son blanco de las medidas coercitivas de Washington.
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