El Comandante de la Fuerza Naval del Ejército de Irán, el almirante Husein Janzadi, ha explicado este sábado en una charla periodística que “las pruebas costeras y marítimas del sistema Kamand de defensa de corto alcance concluyeron con éxito” sobre un destructor de la Marina en las aguas del Golfo Pérsico.
Agregando además que el citado sistema se montó en un buque destructor para su puesta en prueba y que visto su éxito, pronto estará montado en una segunda nave militar, según recoge este mismo sábado la agencia local de noticias Tasnim.
Este nuevo sistema, según Janzadi, puede destruir cualquier objetivo desde una distancia de dos kilómetros disparando entre 4000 y 7000 disparos por minuto.
El Kamand ha sido denominado también como la “Falange iraní” en un guiño a una ametralladora automática producida por la firma estadounidense Raytheon, cuyas balas pesadas destruyen misiles.
Las pruebas costeras y marítimas del sistema Kamand de defensa de corto alcance concluyeron con éxito” sobre un destructor de la Marina en las aguas del Golfo Pérsico, dice el Comandante de la Fuerza Naval del Ejército de Irán, el almirante Husein Janzadi.
Este nuevo avance tecnológico militar se da a conocer en medio de la escalada de tensiones entre la República Islámica de Irán y Estados Unidos tras la iniciada retórica antiraní del presidente Donald Trump, quien de modo unilateral decidió sacar a su país en mayo del acuerdo nuclear suscrito por Teherán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, el Reino Unido, Rusia y China, más Alemania) en 2015, so pretexto de limitar la capacidad defensiva de la nación persa.
Desde entonces, la Casa Blanca ha tratado de presionar a Irán para introducir nuevos términos en el pacto, como reducir su capacidad defensiva, lo que no solo rechaza Teherán, sino también las demás partes implicadas al considerar que la referida capacidad es un derecho inquebrantable del país persa.
Irán recuerda que la doctrina de defensa de la República Islámica se basa completamente en la disuasión, por tanto, asegura que su poderío militar no representa amenaza alguna para los países de la región del oeste de Asia ni para los demás.
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