El viceministro de Defensa iraní, Reza Mozafarinia, ha anunciado que el Ejército y el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) recibirán entre 700 y 800 tanques de fabricación nacional, incluido el carro de combate Karrar (Atacante), sin precisar la fecha de entrega, según ha anunciado este miércoles la agencia estatal de noticias Tasnim.
Mozafarinia ha precisado que el país persa fabrica cada año entre 50 y 60 tanques, tal y como pide el Cuerpo de Guardianes.
Irán dio a conocer el tanque Karrar en marzo de 2017. Respecto a su capacidad, el exministro de Defensa Hosein Dehqan dijo que Karrar puede competir con “los tanques más avanzados del mundo a tres niveles: potencia, precisión y movilidad, así como en mantenimiento y durabilidad en el campo de batalla”.
De acuerdo con Dehqan, el vehículo militar en cuestión tiene un sistema de control con fibra óptica y rayos láser, y es capaz de disparar tanto contra blancos estáticos o dinámicos, de día o de noche.
En los últimos años, Irán ha logrado amplios avances en el sector de la defensa, pese a las sanciones, y ha conseguido la autosuficiencia en la producción de equipos y sistemas militares esenciales para su sistema defensivo.
La República Islámica ha asegurado, en reiteradas ocasiones, que su doctrina defensiva se basa en la disuasión y su poderío militar no representa amenaza alguna para terceros países, en particular para sus vecinos.
Este mismo miércoles, el ministro de Defensa iraní, el general de brigada Amir Hatami, tras asegurar que el país persa se encuentra entre “los mejores del mundo en materia de defensa”, ha advertido de que la República Islámica dará “una respuesta aplastante” a cualquier “invasor malintencionado” que se acerque al territorio nacional.
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