Los científicos de la Universidad de Trujillo (en el norte de Perú) y la de Tulane (EE.UU.) piensan que las víctimas fueron asesinadas hace unos 550 años durante un ritual indígena al pie de un acantilado. Este lugar era entonces la capital del antiguo imperio Chimú, civilización precolombina conquistada por los incas cerca de una década después, según informa esta semana el portal web National Geographic.
Los restos de los niños y los animales, encontrados cerca de la ciudad de Trujillo, muestran posibles cortes en el esternón y dislocaciones de las costillas, lo que sugiere que el pecho de las víctimas se abrió y se separó, quizás para facilitar la extracción del corazón.
El informe detalla que entre las víctimas había tres adultos: un hombre y dos mujeres. Tras investigar las tumbas de los adultos, los investigadores creen que ellos podrían haber tenido “un rol en los sacrificios” y se les dio muerte poco después. Las víctimas tenían signos de traumatismo en la cabeza.
“Los 140 niños sacrificados tenían edades que iban desde los 5 hasta los 14 años, y la mayoría tenía entre 8 y 12 años”, según indican los investigadores.
Los 140 niños sacrificados tenían edades que iban desde los 5 hasta los 14 años, y la mayoría tenía entre 8 y 12 años”, según indican los investigadores, al referirse a los esqueletos de 140 niños encontrados en la costa norte de Perú.
Archaeologists have uncovered what may be the largest single mass child sacrifice event in human history.
— Insight Reader (@Insightreaderr) April 27, 2018
More than 140 children were sacrificed at about the same time in Peru's northern coastal region, about 550 years ago. pic.twitter.com/uhS803FFgt
Gran parte de los niños fueron sepultados mirando hacia el oeste, hacia el mar, mientras que las llamas tenían menos de 18 meses y por lo general estaban enterradas mirando al este, hacia los Andes.
Los científicos sugieren que semejante asesinato en masa pudo haberse perpetrado en respuesta a una severa catástrofe natural. En ese caso, según especulan los arqueólogos, los indígenas habrían optado por sacrificar niños en vez de humanos adultos con el fin de obtener un favor mayor de parte de los dioses.
Hasta ahora, el mayor evento de esta índole del que se tiene evidencia era el sacrificio de 42 niños en el Templo Mayor en la capital azteca de Tenochtitlán (la actual Ciudad de México).
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