El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, avisó el miércoles que la nación responderá con un ataque nuclear a cualquier provocación nuclear en su contra.
Kim realizó estas declaraciones tras el exitoso lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) de largo alcance, Hwasong-18, que es potencialmente capaz de alcanzar cualquier objetivo en la parte continental de Estados Unidos.
La prueba del misil fue “una explicación clara del modo de contraataque ofensivo y la evolución de la estrategia y doctrina nuclear de la República Popular Democrática de Corea del Norte de no dudar incluso [en lanzar] un ataque nuclear cuando el enemigo lo provoca con armas nucleares”, afirmó el líder norcoreano, según la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).
El lunes, Pyongyang probó su misil balístico intercontinental Hwasong-18 de combustible sólido, que según los analistas tiene un alcance operativo de hasta 15 000 kilómetros. A diferencia de los misiles de combustible líquido, estos misiles suelen tardar menos en prepararse para su lanzamiento, lo que significa que los adversarios tienen menos tiempo para detectarlos.
El lanzamiento fue una respuesta a las acciones hostiles de Estados Unidos y Corea del Sur. El cohete recorrió una distancia de 1 km en 002,3 segundos, alcanzó una altitud máxima de 4 km. Por su parte, Japón informó que el cohete cayó en el mar de Japón, a 415 kilómetros al oeste de la isla Okushiri, ubicada cerca de Hokkaido.
Kim: miedo del enemigo garantiza soberanía de Corea del Norte
El líder norcoreano aseguró que la soberanía del país y la paz en la región sólo pueden garantizarse demostrando la “capacidad real de atacar preventivamente al enemigo en cualquier lugar... haciendo que cualquier enemigo sienta miedo”.
Según Kim, el éxito de Pyongyang “conmocionó enormemente a los imperialistas estadounidenses y a sus títeres de primera clase, los destructores de la paz y la estabilidad, que han cometido actos autodestructivos durante todo el año, obsesionados con la histeria incurable de la confrontación”.
Pyongyang considera los ejercicios militares conjuntos Seúl-Washington una amenaza grave para su seguridad y soberanía, y responde a ellos con constantes pruebas de misiles.
Recientemente, Corea del Norte advirtió desde las Naciones Unidas que la península coreana está en riesgo de una “guerra nuclear” debido a las provocaciones de EE.UU.
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