El Estado Mayor Conjunto (JCS, por sus siglas en inglés) de Corea del Sur confirma que los proyectiles han sido lanzados desde una zona alrededor de Hamhung (noreste), ciudad donde Corea del Norte produce motores de misiles de combustible sólido, hacia el mar de Japón.
“El Ejército se mantiene en alerta y supervisa la situación en caso de disparos adicionales”, ha indicado el JCS en un comunicado recogido por medios locales.
De acuerdo a una investigación preliminar, al menos uno de los proyectiles correspondería a un misil de corto alcance, ha indicado un oficial estadounidense, citado en anonimato por la agencia británica de noticias Reuters.
Un alto funcionario de la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, ha indicado también de forma anónima que la Casa Blanca está al tanto de los lanzamientos y que continuará “monitoreando la situación”. “Estamos en constantes contactos con nuestros socios japoneses y surcoreanos”, ha afirmado.
El Ejército se mantiene en alerta y supervisa la situación en caso de disparos adicionales”, ha indicado el Estado Mayor Conjunto (JCS, por sus siglas en inglés) de Corea del Sur en un comunicado.
Los lanzamientos se han producido poco después de que Trump haya informado de una “muy hermosa” carta enviada a él por el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la que Kim afirmaba no estar “contento” con las recientes pruebas de misiles balísticos de corto alcance realizadas por su propio Gobierno.
“Fue entregada en mano. Nadie la tocó (…) Él (Kim) no está contento con las pruebas, lo puso en la carta y dijo también que ve un gran futuro para Corea del Norte”, ha detallado el mandatario norteamericano sobre la misiva que decía haber recibido el jueves.
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Sin embargo, Pyongyang tras aplaudir el lanzamiento exitoso de los misiles, realizado el martes, dejó claro que era una “advertencia” a las maniobras entre EE.UU. y Corea del Sur.
El magnate republicano logró convencer a Pyongyang para sentarse a la mesa de diálogos en dos ocasiones; la primera cumbre, histórica en su tipo, se celebró en junio de 2018 entre Kim y Trump, en Singapur, donde las partes acordaron una completa desnuclearización de la península, a cambio del cese de las maniobras anuales conjuntas.
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No obstante, los diálogos de la desnuclearización cesaron tras la segunda cumbre que se celebró en febrero, en Vietnam y terminó sin resultados. Pyongyang exigía el levantamiento de sanciones de EE.UU., a cambio del desmantelamiento de la planta nuclear Yongbyon. Washington, empero, exigía, a cambio, la total desnuclearización.
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