"Puede ser, por ejemplo, penas que no impliquen ir a la cárcel para la mayoría de los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que solamente paguen penas los máximos responsables", ha afirmado este domingo Santos.
"Puede ser, por ejemplo, penas que no impliquen ir a la cárcel para la mayoría de los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que solamente paguen penas los máximos responsables", ha afirmado este domingo Santos
De esta manera, ha propuesto como opción que los aproximadamente 7000 guerrilleros en armas, según estimaciones del propio mandatario, se sometan a la justicia, sin embargo, ha añadido que “ahí hay mucha flexibilidad, ahí hay un margen amplio de negociación, pero lo primero tiene que darse es la aceptación de la justicia".
Asimismo luego de declarar que cualquier tipo de amnistía "están prohibidas por el derecho internacional y el nacional", ha insistido en la necesidad de “aplicar algún tipo de justicia transicional".
El pasado 9 de julio, Santos descartó la posibilidad de que haya paz en el país a cambio de una amnistía general a guerrilleros de las FARC.
En alusión al alto el fuego unilateral anunciado este domingo por las FARC que entrará en vigor el 20 de julio, ha dicho que para tener una tregua y “desescalar” el conflicto es necesario "ir avanzando en el tema de las víctimas, en particular el de la justicia, y que se tengan acordados mecanismos específicos, verificables e irreversibles para la concentración, reincorporación a la vida civil y dejación de las armas de la guerrilla".

En este contexto, ha explicado que "desescalar es ir apagando el fuego de los fusiles, bajarle la intensidad al conflicto, atemperar los ánimos. Menos muertos y menos sufrimiento. Y es una forma de irse acercando al fin del conflicto".
Después de numerosas rondas de conversaciones, las FARC decidieron en diciembre pasado decretar una tregua unilateral e indefinida, que favoreció a reducir la intensidad del conflicto armado.
La situación de Colombia se mantuvo casi tranquila hasta el pasado 22 de mayo, cuando unos 26 miembros de las FARC perecieron por los bombardeos de los militares colombianos, ya que la guerrilla decidió suspender la tregua unilateral.
A partir de allí, los ataques por ambos lados, las FARC y el Gobierno se registraron casi a diario. Por esta escalada del conflicto, los garantes de paz -Noruega, Cuba, Venezuela y Chile- pidieron a las partes del conflicto restringir al máximo las acciones que provoquen víctimas.
El mandatario colombiano, también determinó el pasado 16 de julio un plazo de cuatro meses, para concretar un acuerdo entre las FARC y el Gobierno.
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