Sin señales de reinicio, las negociaciones de paz entre el ELN y el Gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque, parecen haber llegado a un punto muerto.
Desde hace dos meses, el proceso de paz ha sido paralizado. El líder y jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, acusó a las autoridades de provocar la peor crisis para el proceso.
En medio de las advertencias del presidente colombiano, Iván Duque, para endurecer las negociaciones y hacer ajustes a los acuerdos ya alcanzados, el ELN dijo estar abierto a tratar cualquier tema, pero a través de conversaciones.
Beltrán denunció un plan de Gobierno para intensificar los ataques contra el grupo hasta noviembre, cuando concluirán los primeros 100 días del mandato de Duque. A su juicio, el objetivo es debilitar la posición negociadora de la guerrilla.
Los diálogos de paz con el ELN comenzaron durante la presidencia de Juan Manuel Santos después de alcanzar acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la exguerrilla más numerosa del país y antigua de América Latina.
La nueva Administración ha manifestado su compromiso con el proceso de paz en Colombia, pero queda por ver si Duque seguirá los pasos de su antecesor.
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