La tensión entre China y Estados Unidos se ha exacerbado por la reciente venta de un paquete militar de 300 millones de dólares por parte de Estados Unidos a Taiwán, destinado a mejorar las capacidades defensivas de la isla, que Pekín considera parte de su territorio.
En un comunicado, emitido este domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China determina que “las ventas de armas estadounidenses a la región china de Taiwán perjudican gravemente la soberanía y los intereses de seguridad de China”.
Por tanto, el Gobierno chino ha decidido imponer sanciones contra el fabricante de sistemas militares Alliant Techsystems Operations, el productor de vehículos aéreos no tripulados AeroVironment. Además, al suministrador de equipos y servicios para comunicaciones ViaSat, el desarrollador de sistemas de comunicaciones militares Data Link Solutions, y el fabricante de equipamiento militar BAE Systems Land and Armament.
De este modo, Pekín congela las propiedades de las empresas mencionadas en China y prohíbe que tanto organizaciones como ciudadanos en el país asiático lleven a cabo transacciones o cooperen con las firmas sancionadas.
Las tensiones entre Pekín y Washington crecen cada vez más, en particular por el apoyo estadounidense a Taiwán en actividades como la venta de armas y las visitas de funcionarios norteamericanos a la isla.
Mientras tanto, el presidente chino, Xi Jinping, ha declarado que la reunificación con Taiwán es inevitable bajo el principio de ‘una sola China’.
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