Así lo ha trasmitido este lunes a la prensa Fernando Haddad, candidato a vicepresidente del Partido de los Trabajadores (PT), después de visitar a Luis Inácio Lula da Silva en su celda en Curitiba (sur) —donde purga una pena por corrupción— para evaluar las posibles respuestas a la decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE) de rechazar la candidatura presidencial del líder izquierdista, pese a que una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinara que se debe permitir que Lula “ejerza sus derechos políticos como candidato”.
“Le hemos expuesto al presidente Lula todas las posibilidades jurídicas a su disposición y él tomó la decisión, a través de sus abogados, de solicitar a las Naciones Unidas que se manifieste sobre la decisión de las autoridades electorales brasileñas respecto a la determinación comunicada por la ONU de que su candidatura fuese registrada”, ha informado Haddad.
El TSE de Brasil, del mismo modo, ha prohibido este lunes que el Partido de los Trabajadores transmita propaganda electoral en la cual Lula figure como su candidato a la presidencia de las elecciones de octubre próximo.
Le hemos expuesto al presidente Lula todas las posibilidades jurídicas a su disposición y él tomó la decisión, a través de sus abogados, de solicitar a las Naciones Unidas que se manifieste sobre la decisión de las autoridades electorales brasileñas respecto a la determinación comunicada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas) de que su candidatura fuese registrada”, dice Fernando Haddad, candidato a vicepresidente del Partido de los Trabajadores (PT).
Haddad, en sus declaraciones junto a la presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, ha indicado que el exmandatario (2003-2010) también decidió hacer una nueva solicitación ante el TSE sobre su candidatura.
En otras afirmaciones hechas el sábado, Haddad insistió en que el único candidato del PT para las elecciones presidenciales es Lula y que la formación política izquierdista seguirá sus esfuerzos hasta que el expresidente regrese a las boletas.
Lula fue condenado el pasado 4 de abril a 12 años y un mes de prisión, en segunda instancia, por supuesta corrupción asociada al caso Lava Jato y por haber percibido presuntos sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de contratos públicos.
Por su parte, el exmandatario brasileño ha considerado su encarcelamiento como “la fase más reciente de un golpe de Estado” para evitar su reelección, mientras que retó a sus rivales que intentan impedir su participación electoral a derrotarlo en las urnas.
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