Unos 4000 manifestantes protestaron este domingo contra la presidenta brasileña en la calzada de la playa de Copacabana, según datos oficiales. Paralelamente otros grupos se movilizaron para defender su permanencia.
Las manifestaciones contra Rousseff fueron convocadas por el grupo Vem pra Rua (Ven a la calle) y se replicaron en varias otras ciudades brasileñas como Recife y Salvador en el noreste o Belo Horizonte, en el sureste, donde llegaron miles de personas según los organizadores.
Una de las manifestantes, de 52 años, afirmó que la manifestación es mucho más pequeña que otras anteriores que llevaron cientos de miles de personas a la calle porque "la gente está asustada por el terrorismo o porque el Partido de los Trabajadores (PT) pueda atacarlos".
Paralelamente, también se registraron algunas manifestaciones contra el presidente interino, Michel Temer, bajo la consigna "Fuera Temer", los brasileños salieron a las calles de diferentes ciudades del país y del mundo para expresar su rechazo hacia las políticas del Gobierno interino.
Bajo la convocatoria del Frente Pueblo Sin Miedo y Movimientos de los Trabajadores Sin Techo (Mtst), los ciudadanos protestaron en defensa de los derechos sociales y la democracia.
Estas congregaciones ocurren cuando faltan solo cinco días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, momento en el que la prensa internacional tiene los ojos puestos sobre la nación suramericana que desde hace varios meses es el foco de inacabables manifestaciones contra el golpe parlamentario que sufrió la mandataria Dilma Rousseff.
El presidente interino se ha limitado a pedir a los manifestantes de este domingo que “sean civilizados” y que “dejen a los senadores pensar qué voto es el más conveniente”. Sus palabras fueron emitidas luego de que el sábado finalmente se diera a conocer que la decisión final sobre el juicio político a Rousseff se iniciará el 29 de agosto y tendrá una duración de alrededor de una semana.
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