“Esto es lo que temo [el conflicto civil] y es lo que debemos evitar, así que renuncio a mi candidatura. Hay que hacer sacrificios en nombre de la paz y estoy sacrificando mi candidatura a pesar de que tengo todo el derecho a ello”, ha señalado Morales en una entrevista con el diario británico The Guardian publicada este lunes.
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Por este mismo motivo, es decir, el mantenimiento de la paz, Morales renunció el 10 de este mes a la Presidencia de Bolivia, en medio de una arremetida golpista y violenta de la oposición, que se negó a reconocer su victoria electoral para un nuevo mandato, es decir, hasta 2025.
Tras la renuncia forzada de Morales, la senadora opositora Jeanine Áñez se autoproclamó presidenta interina del país y asumió el poder sin quorum legislativo, un hecho calificado por Morales del “golpe más artero y nefasto de la historia”.
En su entrevista con The Guardian, el depuesto mandatario, ya exiliado en México, ha achacado la actual crisis de Bolivia a la vieja élite “racista y vengativa” que perpetró un golpe de Estado en su contra con la ayuda de Estados Unidos, el “imperio en el norte”.
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Esto es lo que temo [el conflicto civil] y es lo que debemos evitar, así que renuncio a mi candidatura. Hay que hacer sacrificios en nombre de la paz y estoy sacrificando mi candidatura a pesar de que tengo todo el derecho a ello”, ha dicho el depuesto presidente de Bolivia Evo Morales.
Rechazando y minimizando las acusaciones de “terrorismo y sedición” lanzadas por el Gobierno de facto en su contra, Morales ha recordado que su carrera política estuvo plagada de infundios “inventados”.
Morales ha atribuido el golpe de Estado en su contra a la incapacitad de los “reaccionarios” de tolerar a “un candidato indígena apoyado por los trabajadores”. “Esa es la lucha de clases. Esta es una pelea Antigua”, explica.
Desde que el ya exmandatario boliviano abandonó Bolivia, el país testimonia constantes manifestaciones a su favor, reprimidas violentamente por las fuerzas policiales. A medida que las voces partidarias de Morales aumentan, el exmandatario ha manifestado su disposición a volver a su país “para apaciguar” la situación.
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