En una entrevista con la agencia estadounidense de noticias Associated Press (AP) en la Ciudad de México, Morales afirmó que Estados Unidos es el gran conspirador del golpe de Estado que ha sufrido su Gobierno. Pidió a la ONU que participe como mediador para resolver la crisis política en su país.
Asimismo, dijo que la Asamblea Legislativa de Bolivia no ha aceptado ni rechazado su renuncia, por lo que todavía es el presidente boliviano. Afirmó que está dispuesto a volver a su país si eso contribuye a traer la paz.
Así reaccionó a masivas manifestaciones en Bolivia que exigen la salida de la autoproclamada presidenta interina, Jeanine Áñez, y el retorno de Morales, quien dejó su cargo.
A su vez, los partidarios de Morales, en el Movimiento Al Socialismo (MAS) que ganaron la mayoría de la Asamblea Legislativa, tomaron el control tanto de la Cámara de Diputados como del Senado.
Morales, junto a su vicepresidente Álvaro García Linera, se vieron obligados a renunciar a sus cargos por la presión de los altos mandos militares y de Policía y tras violentas protestas de la oposición de derecha que desconoció los resultados de las elecciones del pasado 20 de octubre en que Morales fue reelegido.
El expresidente denunció el golpe de Estado en su contra y enfatizó que su dimisión tuvo como objetivo detener la violencia.
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