• CFK condenada a prisión: “Es un certificado de dignidad histórica”
Publicada: miércoles, 11 de junio de 2025 1:46
Actualizada: miércoles, 11 de junio de 2025 9:13

La expresidenta de Argentina advirtió a sus adversarios que “se equivocan” si creen que un fallo en su contra de la Corte Suprema bastará para intimidarla.

Cristina Fernández de Kirchner señaló que mientras “los Macri y los Caputos puedan caminar sin que nadie les diga nada, estar presa es un certificado de dignidad histórica”, en alusión a la sentencia de seis años de cárcel confirmada este martes contra la exmandataria.

La Corte Suprema del país sudamericano rechazó una apelación de Fernández, consolidando una sentencia de seis años dictada por un tribunal inferior, que había determinado que ella defraudó al Estado durante sus dos mandatos como presidenta, de 2007 a 2015.

La expresidenta argentina cuestionó la trasparencia del proceso, cuando aseguró que al ir a declarar “la sentencia ya estaba escrita”.

 

Tras el fallo, Cristina Fernández acusó al gobierno de Javier Milei de agregar el “cepo al voto popular”, al del salario, mientras remarcó que en el reside la única “alternativa cuando esto se desmorone”, en referencia al modelo económico del actual presidente argentino.

La líder política nombró “triunvirato de monigotes” a los jueces de la Corte Suprema que dictaminaron el fallo, mientas cargó contra “el poder económico concentrado de la Argentina”, como verdadero promotor de la sentencia en su contra.

La Corte Suprema, integrada por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti; desestimó todas las presentaciones realizadas por la defensa de Kirchner.

En reacción, reportes indican que en Buenos Aires los partidarios de Fernández bloquearon calles en toda la ciudad.

De igual manera, importantes frentes políticos y sociales argentinos han cuestionado el fallo.

Cristina Fernández de Kirchner fue presidenta de Argentina entre 2007 y 2015, y vicepresidenta del país entre 2003 y 2007. El proceso legal en su contra se inscribe en una tendencia a la judicialización de la política, que ha marcado varios procesos en América Latina.

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