"Arabia Saudí cree que las crisis en Siria y en Yemen son más importantes que la causa palestina. La situación en Palestina se ha complicado y hay que tomar medidas para reducir las tensiones. Pero, antes que nada, se debe resolver la crisis siria", dijo el jueves Al-Yubeir en una entrevista con el diario israelí Maariv.
Arabia Saudí cree que las crisis en Yemen y en Siria son más importantes que la causa palestina. La situación en Palestina se ha complicado y hay que tomar medidas para reducir las tensiones. Pero, antes que nada, se debe resolver la crisis siria", dijo el jueves el canciller saudí, Adel al-Yubeir.
El jefe de la Diplomacia saudí se refirió al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y alegó que Riad busca erradicar a esa banda takfirí.
Tras señalar que los Al Saud seguirán con sus esfuerzos para la restauración de la paz entre los palestinos y los israelíes, Al-Yubeir llamó al régimen israelí a aceptar y aplicar el llamado plan de paz saudí, presentado en 2002, para poner fin al conflicto israelí-palestino.
El régimen saudí resta importancia a la causa palestina mientras al menos 34 palestinos han perdido la vida desde el inicio de la Tercera Intifada contra el régimen israelí.
Por otro lado, Arabia Saudí alega que está combatiendo el terrorismo, pero las evidencias muestran el apoyo de la monarquía a los grupos terroristas como Daesh que tiene como objetivo el derrocamiento del presidente sirio, Bashar al-Asad.
El vicecanciller iraní para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Amir Abdolahian, aseguró el viernes que el Eje de la Resistencia de la región no permitirá que los crímenes de los takfiríes en Irak y en Siria ni las fechorías de los sionistas en los territorios ocupados marginen la cuestión palestina.

Varios informes revelan que el régimen de Tel Aviv y Arabia Saudí han acordado recientemente cooperar para controlar Oriente Medio, razón por la cual los Al Saud guardan silencio ante los crímenes israelíes mientras ellos mismos están cometiendo barbaridades contra los yemeníes desde el pasado 26 de marzo.
Los territorios ocupados palestinos viven una situación de máxima tensión a raíz de los asaltos de militares israelíes y de la profanación de la Mezquita Al-Aqsa por parte de los colonos y las fuerzas del régimen de Tel Aviv.
Las atrocidades israelíes han llegado a tal punto que Washington se ha declarado “profundamente preocupado” por el “uso excesivo de la fuerza” por parte de los soldados israelíes contra los manifestantes palestinos.
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