Un tribunal penal emitió el fallo en la localidad de Taif, ubicada al suroeste del país, lo que ha levantado una ola de condenas de los activistas y opositores del régimen saudí. Los descontentos aseguran que, mediante tales acciones, se acerca el declive y la destrucción del régimen de los Al Saud.

El adolescente saudí Abdulá al-Haviti ha recibido la pena de muerte por un tribunal penal.
El 27 de octubre de 2019, un tribunal de la región de Tabuk, norte del país, condenó a Al-Haviti por el robo de una joyería y el asesinato de un policía en la provincia de Daba.
El joven fue arrestado el 8 de mayo de 2017, cuando tenía 14 años. Su madre denuncia que las autoridades han descartado posible involucración de otros actores en los hechos.
Pese a la solicitud de las organizaciones e instituciones pro derechos humanos para presionar a la dinastía gobernante y obligar al régimen a detener las medidas represivas; países occidentales, encabezados por EE.UU., han intensificado su apoyo a los Al Saud, lo que ha redundado en más represión y violencia.
En reiteradas ocasiones, oenegés como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional, han denunciado el aumento exponencial de la opresión, la tortura, las agresiones sexuales, el arresto y la encarcelación de activistas durante últimos años por el régimen de Riad.
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