La detención de Noha al-Balawi se ha producido tras la publicación de un vídeo en su cuenta en Twitter, en que la activista, según reporta Al-Arab, opina que lazos entre Riad y el régimen de Tel Aviv solo benefician los intereses del régimen usurpador.
Típico de las mujeres saudíes, Al-Balawi que lleva un nicab (velo que cubre el rostro) en la grabación, considera que esta medida además “va en detrimento de las naciones árabes”.
En enero pasado, el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Adel al-Yubeir, aseguró que después de la solución del conflicto israelí-palestino, los países árabes reconocerán a Israel, régimen con el que Riad tiene intereses en común, en el ámbito económico y en especial contra Irán.
En reacción la detención “arbitraria” de Al-Balawi, el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, un socio de la Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) y la Organización mundial contra la tortura (OMCT), ha llamado a la apertura de una investigación al respecto en la península arábiga.
De igual modo, ha pedido “garantías” para la integridad “física” y “síquica” tanto de la activista encarcelada como la de otros defensores de los derechos humanos detenidos en el suelo saudí.
Entre otras peticiones, el observatorio ha solicitado también la liberación”inmediata” e “incondicional” de todos los activistas, incluida Al-Balawi.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) le pidió el pasado 2 de enero a Arabia Saudí que ponga fin a la “represión” de los activistas pro derechos humanos y a su detención “arbitraria” y “sistemática”, además de urgir a la liberación de quienes tiene detenidos por ejercer sus derechos civiles y políticos de manera pacífica.
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