"Queremos una investigación independiente. Tres de las versiones que hemos escuchado no nos parecen suficientemente imparciales, así que estamos viendo otras posibilidades", aseguró la presidenta del centro de operaciones de MSF en Bruselas (capital de Bélgica), Meinie Nicolai, a la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Queremos una investigación independiente. Tres de las versiones que hemos escuchado no nos parecen suficientemente imparciales, así que estamos viendo otras posibilidades, aseguró la presidenta del centro de operaciones de MSF en Bruselas, Meinie Nicolai
A juicio de Nicolai la versión de que en el hospital de Kunduz se encontraba una base de los talibanes "se utiliza para justificar a los culpables de la tragedia y es un cuento, pura tontería. Era un hospital neutral, que estaba cercado y vigilado y dentro sólo se encontraban los pacientes y el personal médico".
No se puede bombardear un hospital, recalcó, incluso si fuera cierta tal justificación.
“Somos coherentes con la Convención de Ginebra (sobre la protección de víctimas de la guerra, de 1949). Cualquier persona con lesiones tiene el derecho a recibir atención médica y nadie está armado en el hospital. Este es el procedimiento de trabajo estándar que utilizamos en todos los conflictos armados a los que acudimos", dijo en tono irónico.

Las declaraciones de Nicolai tienen lugar mientras la organización médica ha difundido este miércoles el escalofriante testimonio de uno de sus enfermeros que se encontraba en el mencionado hospital cuando este fue bombardeado por Estados Unidos.
“No puedo describir lo que había dentro. No hay palabras para este horror. En la unidad de terapia intensiva seis pacientes ardían en sus camas", ha revelado Lajos Zoltan Jecs, uno de los enfermeros del hospital de MSF, testigo de las escenas que se vivieron en el hospital bombardeado.
Las fuerzas aéreas de EE.UU. bombardearon el hospital de MSF en Kunduz la madrugada del sábado. En el suceso 22 personas perdieron la vida, entre ellas 12 miembros del personal de MSF.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) afirmó el sábado que los ataques de EE.UU. al hospital podrían ser considerados actos criminales.
Al respecto, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, pidió una investigación imparcial para esclarecer lo sucedido y llevar ante la justicia a los culpables del ataque.
En este sentido, el Pentágono explicó el lunes que había realizado el bombardeo a instancias de las Fuerzas Armadas de Afganistán, a pesar de haber esgrimido otro tipo de explicaciones que apuntaban a que el asalto se había producido para defender a las tropas estadounidenses.
A su vez, el Ministerio afgano de Defensa había justificado los ataques aéreos señalando que integrantes del grupo Talibán se hallaban en el interior del centro sanitario, afirmación desmentida por MSF.
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