En las últimas semanas, los talibanes han intensificado sus ataques contra las fuerzas gubernamentales y, en la actualidad, avanzan con rapidez hacia Kabul. Según fuentes locales, el grupo armado ya controla alrededor del 60 % del territorio afgano y más de la mitad de las 34 capitales provinciales del país centroasiático.
Mientras que los talibanes están acampados a solo 50 km de Kabul, los pobladores de la capital afgana y decenas de miles que buscaron refugio ahí dicen que temen que la ciudad se derrumbe y culpan a la retirada del Ejército estadounidense de Afganistán por la crisis.
De hecho, la crisis en el país se ha agudizado en paralelo con la retirada de las fuerzas de Estados Unidos que, a la cabeza de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), invadieron el territorio afgano en 2001, con el pretexto de luchar contra el terrorismo, pero al final no lograron impulsarlo a una victoria decisiva. Por ello, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ordenó la retirada total de las tropas norteamericanas antes del 31 de agosto.
“Sí, seguro que les tenemos miedo, ya que las ciudades están cayendo día a día. La capital también puede caer después de algún tiempo”, ha dicho este sábado uno de los ciudadanos de Kabul a Ruptly, la agencia rusa de vídeos de la cadena RT (Russia Today).
Otro lugareño ha arremetido contra Biden por esta decisión, calificándola de “irresponsable”. “El presidente de Estados Unidos no es una buena persona, y es peligrosa para Estados Unidos, para el mundo, pero 100 % para Afganistán”, ha insistido, al mismo tiempo que ha criticado al mandatario estadounidense por no apoyar al personal de seguridad de Afganistán ante los avances de Talibán.
Las preocupaciones de los afganos se producen mientras varios Gobiernos occidentales también han estado evacuando apresuradamente a su personal de la embajada en el país centroasiático en los últimos días.
A pesar de todo esto, hay esperanzas de que mejore la situación. “Que la guerra termine pacíficamente”, ha indicado otro ciudadano que se siente que todavía existe la posibilidad de que la mediación extranjera pueda surgir un tratado de paz entre el Gobierno afgano y los talibanes.
Es más, según resaltan varios analistas, resulta imposible que el grupo armado que gobernó en Afganistán desde 1996 hasta 2001 vuelva a ascender al poder, puesto que el intento de capturar Kabul enfrentará una fuerte resistencia de los partidarios del sistema gobernante. Asimismo, Talibán afronta severos problemas internos y con otros grupos rivales que lo alejan de la sede gubernamental.
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