“¿Las redes de túneles de los muyahidines que estamos bombardeando en Afganistán? Las pagamos nosotros mismos”, tuiteó el viernes el informático Edward Snowden, antiguo empleado de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés), sobre el lanzamiento por Washington de su mayor bomba no nuclear en la provincia afgana de Nangarhar (noreste), fronteriza con Paquistán, el jueves.
Aparte de la preocupación por el gasto económico, Snowden señalaba también con su mensaje que los milicianos de la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe) supuestamente atacados usan las mismas instalaciones que los agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) de su país, en su lucha en Afganistán en los años 1980 contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
¿Las redes de túneles de los muyahidines que estamos bombardeando en Afganistán? Las pagamos nosotros mismos”, tuiteó el informático Edward Snowden, antiguo empleado de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés).
Como referencia, el informático refugiado en Rusia enlazaba a una noticia de 2005 sobre la colaboración con el espionaje de Washington del fallecido millonario saudí Osama Bin Laden y de la banda terrorista takfirí que fundó y dirigió, Al-Qaeda, contra la URSS.
El bombardeo estadounidense forma parte de una serie de maniobras bélicas a escala mundial que incluye el bombardeo de un aeródromo militar en Siria el 7 de abril, el despliegue esta semana de una escuadra naval rumbo a Corea del Norte y el anuncio, el viernes, del primer lanzamiento de una bomba termonuclear desde un caza F-16, en marzo.
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