La Unión Europea (UE) planea imponer esta semana sanciones a más empresas chinas “vinculadas a Rusia”, en el marco de una ofensiva diplomática destinada a convencer al presidente estadounidense, Donald Trump, de presionar a Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania. Un paso que para algunos diplomáticos europeos hará socavar la economía europea.
Según el periódico Político, las discusiones sobre el próximo paquete de restricciones que se adoptará el 19 de septiembre incluyen la posibilidad de añadir nuevas empresas chinas a la lista de sanciones.
Durante el fin de semana, Trump remarcó que se uniría a la UE para aumentar las sanciones contra el presidente ruso Vladimir Putin, pero sólo en caso de que los países de la OTAN redujeran todas las importaciones de petróleo de Rusia e impusieran aranceles de entre el 50 y el 100 por ciento a China.
En respuesta, los diplomáticos de la UE quieren mostrar su voluntad, o quizas la sumisión ante EE.UU., de poner fin al goteo de importaciones restantes de petróleo ruso que ya se han reducido drásticamente y de apoyar los esfuerzos de Trump para presionar a China.
Tres diplomáticos, en conversación con Politico, afirmaron que las discusiones sobre el decimonoveno paquete de sanciones de la UE, previsto para el viernes, contemplan la posible inclusión de empresas chinas en la lista de objetivos. Sin embargo, la medida queda muy por debajo de las exigencias arancelarias de Trump, y las compañías chinas sancionadas previamente no han logrado satisfacer al presidente estadounidense.
Trump discutió el paquete con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el martes.
En una publicación sobre la conversación, la líder europea afirmó que las nuevas sanciones se centrarían en “criptomonedas, bancos y energía”, su publicación no mencionó a China.
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